jueves, 23 de agosto de 2012

Sanación por absorción


Tratamiento de absorción

Es equivalente a lo que puede hallarse en internet como “sanación reconectiva”, pero no utilizaré dicho término hasta que explique qué es lo que se está reconectado. 

El Reiki o sanación por donación es un tipo de sanación que da energía para sanar. Concibe al paciente como un ente compuesto por partes, como un reloj, donde cada pieza tiene una función y se estropean son reemplazables. El sanador solo puede dar energía por lo que el flujo recorre su cuerpo solo en una dirección, de la cabeza hacía sus extremidades, saliendo por sus manos y cargando de energía benéfica o positiva para el sanado. Aquello que está funcionando mal es extraído del cuerpo y reemplazado, el sanador puede dar los reemplazos de dichas piezas canalizándolas a través de sus brazos, pero no puede hacer el proceso inverso para devolver al más allá las partes “malas”. Para deshacerse de ellas debe extraerlas y depositarlas o entregarlas a quien pueda tomarlas e idealmente purificarlas. Los reikistas generalmente entregan estas energías al agua o al fuego, lo ideal es entregárselas a un árbol o a los maestros para que las purifiquen, de forma que lo negativo no se acumule o atasque en el agua, que pueda fluir y regenerarse. El sanador trabaja principalmente con los chakras y con la mente del paciente.

La absorción funciona con el flujo opuesto y con una concepción de la persona igualmente distinta. La absorción ve al paciente como una estatua. Es una obra maestra ya terminada y no queremos reemplazar sus partes, porque no es necesario, no es una estatua que pueda dañarse, solo ensuciarse, por lo que el sanador solo limpia, absorbiendo. El flujo de energía sube de sus manos a su cabeza y por ella llega a los maestros. No es una energía que se vea disminuida por la distancia física una vez que se ha conectado. Su naturaleza es viento, su efectividad se anula cuando está en presencia de técnicas de fuego. Trabaja con las líneas de acupuntura o meridianos corporales, está ligada a la irrigación energética de los órganos del cuerpo y a la conexión existente entre nuestro cuerpo físico y la tierra, la cual tras un desafortunado accidente hace varios milenios perdemos sistemáticamente alrededor de los dos años y con ellas nuestras habilidades psíquicas, curativas, etc. Esta sanación nos reconecta a la tierra y al universo. En opciones el tratamiento resulta tan agresivo para los pacientes que mueren y reencarnan en su mismo cuerpo, cuando esto sucede puede que sean capaces de ver el otro mundo y regresen contando historias de maestros de distintas religiones, ángeles, prados e incluso Dios. Cuando eso ocurre se reconectan con su alma también, en caso contrario la reconexión con el alma depende de otro tratamiento que comentaré después.
Con esto en mente podemos comenzar.

El tratamiento:

El paciente puede estar en cualquier posición que le resulte cómoda, aunque la ideal es acostado, boca arriba o boca abajo.  El sanador levantará sus manos entre 60 centímetros y un metro del cuerpo del paciente y sentirá.

¿Qué sentirá? Es lo más difícil de definir de esta técnica. Un reikista experimentado sentirá el estado del sistema energético del paciente que está tratando, de igual manera que un reikista que no sienta nada pueda ser efectivo en su sanación. El Reiki fue modificado como técnica para que esto fuera posible. La técnica de la absorción es algo más compleja en este sentido, ya que debe sentirse para poder absorber.
Aquello que se siente varía completamente. Puede sentirse a nivel de temperatura (fría o caliente no tienen significados tan estrictos de positivo y negativo como en el reiki), por cosquilleos o burbujeos, sensación de viento entre las manos, que las recorre y atraviesa por dentro o asciende por los brazos. También puede sentirse como algo electromagnético, algo que nos atrae o nos repele de una cierta zona del cuerpo. El aspecto positivo es que si no se siente nada se le puede pedir a los maestros que guíen nuestras manos, ellos lo harán hasta que seamos capaces de hacerlo solos y nos soltemos.

¿Qué estamos absorbiendo? Absorbemos aquello que no forma parte del paciente y que se ha acumulado en sus meridianos energéticos, que son algo semejantes a venas de energía.  Las manos sienten las zonas abarrotadas de esta energía y las absorben. Pueden darse tres combinaciones; las dos manos se quedan fijas en un punto y no se pueden mover, cuando esto sucede las manos están formando una especie de remolino con la energía que absorben, potenciando su propia capacidad de tirar al ayudarse entre ellas a hacerlo. La segunda es que una “quiera” quedarse fija en un lugar y la otra quiera moverse en círculos girando o con movimientos alargados, cuando esto sucede solo la mano fija está absorbiendo (de manera más activa) y la otra mano está ayudando a fluir la energía atascada en los meridianos en dirección a la mano fija. La tercera es que las dos se muevan por su cuenta, rastreando focos y absorbiendo, es algo que suele suceder cuando el problema no está fijo en una zona específica, si no que a lo largo de los meridianos, puede que los meridianos estén dañados, el movimiento fluido es normal cuando están siendo reparados.
Junto con la sanación de los meridianos de acupuntura la persona es reconectada al sistema energético de la tierra a través del 6 chakra. Chakra que como comentaba antes se atrofia en la niñez. La reconexión de este chakra, de color azul índigo, no necesariamente re despierta el psiquismo y demases capacidades propias del alma, pero el hecho de que esté conectado es positivo para nuestra especie y para el planeta. La tierra sufre menos al reconectarse con nosotros. Le causamos menos daño, pero no solo a nivel ambiental, nuestra energía negativa, es decir, pensamientos negativos, sufrimiento causados por guerras y abusos, etc. Nosotros a su vez al reconectarnos traspasamos esta cualidad a otras personas con las que interactuamos o nos cruzamos en la calle. No necesariamente estamos conscientes o elegimos a la persona, simplemente aquella que se encuentre en un proceso evolutivo semejante al nuestro se sincronizará con nuestra frecuencia (si, como un programa de computación) y se reconectará también.
El tiempo de la sesión es relativo y también el número de sesiones. 

El pionero en esta técnica es Eric Pearl (buscar libro; “la reconexión”), pero dado las nociones que tienen los chinos respecto a ella en la acupuntura (que funciona como una técnica completamente independiente, pero si fuese llevada a su máxima expresión con capacidades semejantes) lo más probable es que hayan existido más personas así en la antigüedad, aún cuando su saber solo haya sobrevivido, al menos de manera masiva, distorsionado